Sor Juana Inés de la Cruz, poeta mexicana que
amó el arte de la literatura y el conocimiento por sí mismo, destacó de un
ambiente machista en el que su única y más importante arma era la inteligencia;
y la supo aprovechar tan bien que hasta nuestros días su obra sigue enseñando,
transformando y deleitando.
Algunos breves comentarios personales sobre
datos característicos de tres de sus escritos:
Soneto 195
Se menciona que el hijo de la esclava es
propiedad del hombre al que sirve. La interpretación personal de la frase: “si
fecundo crece, se debe al cultivo recibido” (Cruz, 303), puede hacer referencia
a que si dicha esclava pudo concebir sano a su hijo, se debió a los buenos
cuidados del “dueño”. No obstante, al final del poema menciona: “vienen a ser tuyos
de derecho los conceptos de un alma que es tan tuya” (Cruz, 304), que en una
interpretación personal se refiere a que, independientemente que el Derecho
(con “d” mayúscula, que puede hacer referencia a las leyes escritas) dicte que
el hijo pasa a ser propiedad del dueño, fue ella misma quien lo tuvo, es una
parte de su propia alma, así como sus poemas a la autora.
Romance 1
Un magnífico poema en donde Sor Juana explica
el contexto de sus escritos, apresurados y sin corrección, por los constantes traslados
y problemas de salud. Da total libertad al lector sobre los juicios que emita y
le advierte que ella no va a censurarlo, que él puede comentar lo que quiera,
pero que ella escribe por el simple gusto de “darlos a la luz”. Esta es una
sublime muestra de humildad, mencionando la autora: “ni quiero recomendarlos,
porque eso fuera querer hacer mucho de ellos.” (Cruz, 3). Finalmente, la
autora, de manera elegante y sutil, dice, en una interpretación personal muy
burda, que si el lector no gusta de su obra, simplemente no siga leyendo.
Décima 112
Una vez más, de un modo sublime y humilde, Sor
Juana agradece al Doctor D. Juan Ignacio de Castorena y Ursúa, diciendo que no
merece “favores que son tan llenos”, pero que intenta devolverlos de la misma manera,
aunque, precisamente por la magnitud de dichos favores, será difícil que lo
haga.
Sor Juana pone pretextos para seguir
escribiendo, pues en un mundo dominado por hombres, como lo es la iglesia
católica, muchos están en desacuerdo con su participación y reconocimiento, por
lo que quieren silenciarla, pero ella, muy astutamente, se hace pasar por otras
personas o explica que sus escritos son encargos con los que tiene que cumplir,
y así da a conocer sus obras. Si los poemas de Sor Juana ya de por sí son
complejos y llenos de significado, lo que aumenta mucho mérito a su obra es
precisamente el haber sobresalido con inteligencia cuando todas las
circunstancias parecían ir en su contra.
Montparnasse - Foto: Daniel Anaya |
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