2013/02/17

La Malinche

- Comentario sobre los ensayos "La Malinche: La lengua en la mano" de Margo Glantz y "Los hijos de la Malinche" de Octavio Paz.

Los mexicanos tenemos ubicada la figura de una mujer que representa una parte muy importante de nuestra historia y nuestra cultura, pero tal vez sea más lo que representa para nosotros simbólicamente, primero, como mujer, y luego, como un importante elemento de transición en la época de la conquista, en la que muchos indígenas pudieron haber depositado sus sueños. La figura de la mujer representa buena parte de la identidad de los mexicanos, específicamente la figura materna, que tanto aparece en el ensayo de Octavio Paz. El machismo es reconocido como elemento característico de la imagen del mexicano, sobre todo de la época de la Revolución, pero cuando se trata el tema de la madre, cualquier hombre exige y guarda el respeto debido.

Ambos ensayos tratan el tema de la Malinche, pero con un objetivo muy distinto. Mientras Margo Glantz expone a la Malinche como una figura audaz, inteligente y astuta; Octavio la utiliza más para definir la imagen e identidad del mexicano que de ella misma. Ambos ensayos son muy distintos entre sí, pues el realizado por Glantz es un texto académico que requiere de un esfuerzo y entendimiento del lector mayor que el de Octavio, sin decir que ninguno sea mejor que el otro, pues buscan objetivos distintos. El texto que nos brinda Paz es más bien un diálogo entre cualquier tipo de lector y el escritor mismo; es un texto que busca explicar de manera artística y hasta cierto punto satírica, la imagen del mexicano y una parte de su cultura, tomado elementos tan importantes como lo es la mismísima Malinche o la Virgen de Guadalupe. 

 En cuanto al canon, personalmente creo que ambos textos deberían pertenecer; el primero, de Glantz, sin cuestionamientos, pues es un texto académico, profundo, serio, detallado y rico en contenido e información recabada. Por su parte, el ensayo de Paz es una creación artística que conlleva astucia para poder comparar elementos tan significativos y darles todo un sentido al final del ensayo, en el que el autor tiene la razón e invita a cualquier lector, mexicano u extranjero, a cuestionarse sobre esa identidad que todos hemos relacionado. El tratarse de dos obras completamente diferentes no debe ser un impedimento para que ambos textos pertenezcan al canon, pues es precisamente esa variedad de estilos y creaciones lo que hace a una persona crítica y con mayor número de elementos para reflexionar y cuestionarse por su cultura misma y por su propio canon.



Teotihuacan - Foto: Daniel Anaya

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