2013/02/08

Comentario sobre la lectura: "Latinoamericanismo" de Enrico Mario Santi

El sentido de pertenencia a una nación o región es una parte muy importante para el desarrollo del lugar y de su cultura, pues con este sentimiento la gente puede crear toda una ideología y rasgos que los identifiquen ante el resto del mundo. El caso de América Latina es muy peculiar, pues el sentido de pertenencia sucede en cada país, pero a la hora de identificarnos como una región que comparte muchos rasgos en común, cada quien suele defender su posición y su cultura. En su imagen ante el mundo, América Latina sigue siendo una región en transición, sigue siendo en su mayoría una región de tercer mundo, con  países en desarrollo y lugares con pobreza extrema. Hay casos específicos como el de Brasil donde la situación ha mejorado mucho y se vuelve parte de los países potencia que tienen una fuerte influencia en las decisiones del mundo y su economía, pero en casos como el de México, que tiene a la ciudad más grande del mundo, pero al mismo tiempo a lugares con analfabetismo, pobreza y desnutrición extrema, es precisamente esta desigualdad la que hace que nos mantengamos estancados en el mismo lugar, atropellándonos unos a otros, permitiendo que los ricos se vuelvan aún más ricos y los pobres, que ya no pueden tocar más fondo, no puedan salir de ahí. Sin embargo, una cuestión cultural prevalece a este sentimiento y nos sentimos orgullosos de ser “mexicanos”, pero no nos reconocemos a nosotros mismos como “latinoamericanos”, no por discriminación o pesimismo, sino porque no estamos en contacto constante con todos los países del sur y creemos que cada uno tiene características muy propias y diferentes para toda esta región. Puede ser una cuestión de agrupamiento, pues los que vivimos en el continente americano solemos asociar a cualquier persona que provenga del viejo continente como “europeo”, independientemente del país que provenga; y puede ser que esta persona sea de un país en el que no se sienten parte de la unión europea por motivos económicos, culturales, etcétera. Es verdad también que nosotros mismos podemos identificar a una persona que sea reconocida internacionalmente como “latinoamericano”, como sucede en el caso de los escritores de la generación de Vargas, Márquez, Fuentes, Cortázar; y parece ser más sencillo agrupar individuos desde nuestra perspectiva que al revés, estando solos en el extranjero e identificándonos como latinoamericanos en lugar de mexicanos. Nuestra peculiar cultura, unida a su vez por las características históricas que nos identifican a los países sudamericanos, parece necesitar un refuerzo que tal vez el mundo globalizado le pueda dar, creando lazos que permitan que estos países tengan comunicación académica, tecnológica, económica y poder compartir también rasgos específicos de la cultura de cada país, resaltarlos y mostrarlos al mundo, para que entonces estemos unidos y podamos identificarnos de manera más sencilla como latinoamericanos.  

Artista latinoamericano - Foto: Daniel Anaya




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